La pasada noche del sábado disfrutamos de una excelente velada entre amigos, amenizada por la banda Dead Capo. Yo sigo sin tener nivel para comprender el Jazz, pero hubo episodios sonoros durante el concierto que si me llegaron. Me gustó especialmente Fat Dog Mendoza (en el video) y los acercamientos surferos, como la versión del Pipeline. Excelentes músicos los cuatro componentes de la banda, como debe ser en el mundo del Jazz.
Al concierto acudieron varios posibles Dumplings, uno de los cuales me hizo una petición que hoy va a ser satisfecha. Los otros dos ya son habituales del blog.
Por cierto, mientras la música sonaba y mi mente divagaba recordando películas en blanco y negro en la madrugada, se me ocurrió un relato que dedicaré a Stieg Larsson.
Me hubiera enamorado de ella allí mismo. Lástima que estuviera bebiendo una Heineken. Hay cosas que ni el amor puede perdonar.
Al concierto acudieron varios posibles Dumplings, uno de los cuales me hizo una petición que hoy va a ser satisfecha. Los otros dos ya son habituales del blog.
Por cierto, mientras la música sonaba y mi mente divagaba recordando películas en blanco y negro en la madrugada, se me ocurrió un relato que dedicaré a Stieg Larsson.
La chica que escuchaba conciertos de Jazz.
Estaba sentada en una mesa al lado del escenario como si fuera la seguidora número uno de una banda adolescente. Escuchaba con atención cada progresión que la banda interpretaba, pasando de un músico a otro según se iban alternando en los solos de cada canción. Alguna mirada inocente, algún pequeño bostezo disimulado con sus graciosas manos...Me hubiera enamorado de ella allí mismo. Lástima que estuviera bebiendo una Heineken. Hay cosas que ni el amor puede perdonar.
Pero quiénes son esos que van con usted a los conciertos, desde cuando beben cervezas las jirafas y los elefantes. Muchas gracias por la petición satisfecha, saludos.
ResponderEliminarEstaba sentada porque no quería estar de pie, no soy adolescente, no escuchaba, cabeceaba pasando de músico en músico.... y bebía Heineken porque no tenían Carlsberg.
ResponderEliminarEl elefante se enamoró de la chica que escuchaba conciertos de Jazz porque iba un poco trompa. Se tomó unas Grimbergen porque no había Judas y pasó lo que pasó.
ResponderEliminar???¿¿¿?????¿¿¿
ResponderEliminarSerá el efecto Grimbergen que produce amnesia.
ResponderEliminarFrío frío
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