Bandas que me crucé en el largo camino del Rock and Roll: Leño.

Un trío en el rock and roll es suficiente para desarrollar todo un arsenal musical con eficacia. Leño fue y ha sido una de las pocas bandas españolas que se acercaron en este estilo a otras formaciones anglosajonas. Su nombre viene de las disputas entre Rosendo Mercado y Jose Carlos Molina (flautista de Ñu) acusándose mutuamente de hacer canciones que eran un "leño". A estos dos los ví en un documental en el que después de tantos años todavía se notaba un odio latente entre ellos, peleándose aún por la autoría de la canción El Tren, entre otros rencores creo ya que incurables.
Tres discos y un directo y se acabó. Para qué seguir si las cosas no dan para más. Mejor quedar en leyenda y no cagarla tirando más de una goma que tarde o temprano se rompería por algún lado. Me ha encantado leer las críticas del grupo al mal trabajo de producción realizado por Teddy Bautista en el disco Más Madera.
Tras un silencio obligado por problemas con las discográficas, Rosendo se lanza en solitario Loco por incordiar, y así hasta ahora, que sigue recorriendo kilómetros por las carreteras nacionales esparciendo su semilla rockanrollera. Es un gran tipo, con con voz característica y es del Athletí, que más se puede pedir para uno que nació en Madrid. He oído críticas hacia su manera de tocar, que si no sabe, que si siempre es lo mismo... Envidia cochina porque sin ser un virtuoso ha creado un estilo propio muy efectivo, que es de lo que se trata en este mundillo. He tenido el placer de verle en directo una vez y seguro que volveré si se acerca por estos lares. Fue curioso aquel día porque tocaba con Manolo Kabezabolo y en teoría era cabeza de cartel. Debería haber tocado el último, pero tocó antes, yo creo que para desahacerse de la tormenta sonora que se tendría que tragar si tocaba después. Un tío listo ¡Sí, señor, sí señor!