Aprovecharé como excusa este libro para rendir homenaje a uno de los maestros del género fantástico, si no piedra angular de todo lo que vino después. Una pequeña biografía pero que da muchas pistas de cómo era Tolkien en su vida cotidiana.
Un hombre enamorado del lenguaje en todas sus versiones y vertientes, que empezó a contar cuentos a sus hijos por las noches y esos cuentos se transformaron en joyas de la literatura. Gran amigo de sus amigos, yo daría cualquier cosa por haber tenido la oportunidad de compartir una de sus veladas en los pubs de Oxford, bebiendo cerveza y contando historias de elfos y enanos rodeado de la grata compañía de los Inklings.
Me hubiera gustado saber algo más de su labor creativa y cómo se organizaba para manejar una obra de dimensiones tan colosales. Por otro lado, temo que me ocurra algo parecido a él, cuando se vio frente a su enorme obra sin tiempo para terminarla por completo. Gracias a uno de sus hijos hemos podido tener acceso a gran cantidad de material que no pudo terminar y publicar en vida.
Desde aquí, mostrar mi más sincero agradecimiento por su gran legado.
Desde aquí, mostrar mi más sincero agradecimiento por su gran legado.