La enfermedad coronaria que padecemos
por estas latitudes nos hace recaer en todo lo derivado de nuestra
banda fetiche, léase Sex Museum o Corizonas, y por ende también de
sus componentes como en este caso Fernando Pardo, guitarrista
fundador de los Coronas. Cuando gracias a mi amigo Luis me llegó la
información de la existencia de este libro, sabía que me tendría
que hacer con él sí o sí porque era una apuesta ganadora. Su autor
nos ha demostrado en multitud de ocasiones que es un pozo sin fondo
en cuanto a conocimientos musicales, aparte de ser un claro ejemplo y
adalid del do it yourself, lo cual siempre es de valorar y más
en los tiempos que vivimos.
Nos encontramos con un librito de poco
más de cien páginas, donde a través de fragmentos de entrevistas,
proyectos biográficos inacabados y crónicas de giras
internacionales se va hilando poco a poco la trayectoria de este
músico y todo lo que le ha rodeado e influenciado en su vida y
carrera. Así conoceremos los años salvajes de Fernando, con su paso
del monopatín al skate y luego al mundo Mod, donde forjaría una
camadería propia de los tiempos de guerra transportados a las
turbulentas calles y noches de Madrid de finales de los setenta y
principios de los ochenta. Nos narrará de forma magistral los
comienzos de Sex Museum con sus triunfos y decepciones, para pasar
poco a poco al universo Coronas, al famoso incidente Van Zandt y
llegar por fin a la detallada crónica de la banda por tierras australianas,
toda una experiencia envidiable y altamente positiva.
Aparte de lo estrictamente biográfico,
Fernando Pardo también da su opinión sobre el declive de la
industria discográfica tal y como la conocimos, e incluso se mete
con un poco de opinión política, aunque para ser sincero, la parte
que más me ha gustado es la autobiográfica. La narración está
llena de referencias a músicos, bandas y canciones, la mayor parte
desconocidos para mí (mi ignorancia sigue galopando), por lo que es
un buen manual para ponerse a investigar y seguir aprendiendo de esta
música que tanto nos gusta, todo ello amenizado con fotografías de
gran valor histórico en las que es posible ver a Fernando con pelo
corto en los tiempos del Rock-Ola por poner un ejemplo
curioso.
En resumen, una entretenidísima
historia que se lee del tirón y que nos sabe a poco. Sabemos por
propia experiencia que Fernando tiene mucho más que contar, así que
desde aquí le animamos a que complete esos proyectos inacabados que
tiene entre manos o que se lance a escribir esa historia del rock de
la que tanto nos habla en sus conciertos. Y mientras tanto, si a
alguien le pica el gusanillo puede leer la entrevista que le hicimos
para Perdidos por el Mástil en la que cuenta más cosas de sus
comienzos y que no salen en el libro. Podéis hacerlo aquí:
Y para acabar, un pequeño tirón de
orejas a la Editorial Chelsea, porque aunque ha cuidado la edición
con tapa dura y papel de calidad, se ha dejado pasar unas cuantas
erratas y ha trastocado la posición de las páginas 100 y 101.
Espero que lo puedan arreglar en futuras ediciones.