Durante nuestra pequeña estancia en la Villa de Gijón, el título del blog sufrió un pequeño cambio como se puede ver en la entrada de hoy. Y como bloguero vuestro que soy os debo una explicación y os la voy a dar.
Caminando por la calle Corrida, una de las más céntricas del lugar me topé con la Casa del Libro, que aunque no tiene el encanto de su homónima de Vigo, con su cafetería y demás, dispone de numerosos ejemplares que en mi ciudad me cuesta encontrar. Tal fue el caso de la edición en bolsillo de La Aventura de los Conquistadores del bravo Juan Antonio Cebrían y de una compra extra de relatos vampíricos.
Siguiendo nuestros paseos por Gijón encontramos la Librería Central, sita en la calle San Bernando y acompañada de numerosos y acogedores cafés. Ocupa un edificio precioso y alberga libros de ocasión, una pequeñísima cafetería, que tampoco puede con la de Vigo y de un par de encantadoras dependientas sonrientes y eficaces. Un par de libros más para la bolsa, esta vez sobre los Incas y los Aztecas, a muy buen precio por cierto.
Y como buenos exploradores en busca de El Dorado seguimos nuestra búsqueda y lo encontramos muy cerca, en la calle Merced. No podía tener otro nombre sino Librería Paradiso. Allí me encontré como en casa porque combina a la perfección música y lectura. Con una estructura en varios niveles, tiene un encanto difícil de igualar. Buena música sonando con vinilos y cds a la venta y multitud de libros sobre música de los cuales adquirí una Historia de la Música Surf a la que estoy deseando hincarle el diente.
La sidra sustituyó a la cerveza y la fabada se convirtió en mi menú diario, alegrando mi paladar y aliviando mi intestino grueso, que adquirió buena forma tras el entrenamiento diario. Y rock and roll porque Gijón es una ciudad donde se palpa este estilo musical. Carteles de conciertos cubren sus calles y los ateundos de sus habitantes descubren sus tendencias. Además que lo viví en primera persona hace unos años cuando asistimos al desgraciadamente extinto Crossroads Festival.
No tengo ninguna duda de que en breve volveré a pisar sus calles.